Cuando más aprecias lo rápido que crecen los niños es cuando intentas ponerle alguna prenda del año anterior. Eso me pasó con Ana, tenía un pantalón de lino blanco monísimo, y precisamente por se de lino (con lo que se arruga) y blanco (con lo rápido que se ensucia) casi no se lo puse. Así que éste año estrenará piratas y mi negri un top muy fresquito.