Lo de celebrar la noche de Hallowen es, como muchas otras fiestas importadas, cuestión de modas y es inevitable sucumbir a ellas, sobre todo cuando tienes niños en casa.
Acabas aceptando y hasta las Nancys se contagian. Ésta niña ya está preparando su disfraz.
Improvisando se ha puesto un conjunto de lencería de encaje negro.
Lo ha completado con un tutú y un sombrero con tul y plumas.
Tuneado con un adorno de calavera con gorro de brujita.
Parte de un broche de brujita que le hice a mi hija hace unos años.
Y no podían faltar las joyas, una gargantilla de "oro viejo y perla" y anillo a juego.
El velo sobre los ojos le da un aire de misterio...